En la fase inicial de diseño y, después, en su ejecución, es muy importante que tanto los arquitectos como los arquitectos técnicos tengan en cuenta cómo puede afectar la proyección de la obra a la salud y el bienestar de sus residentes u ocupantes.
Ya nadie duda de que los espacios que habitamos, tanto de trabajo como de ocio y de residencia, pueden tener un impacto positivo en nuestro bienestar físico, emocional y mental. Y es aquí cuando el diseño se convierte en el espejo de nuestro estado de ánimo.
Cada vez son más los despachos de arquitectura que deciden colocar la salud en el centro de sus proyectos, y en crear espacios que fomenten el bienestar. Para ello, tienen en cuenta las dimensiones moral, social, psicológica, emocional y sostenible del entorno construido en su relación con la salud de las personas. También los arquitectos técnicos dan cada vez mayor prioridad a la salud en la ejecución de obra de edificios que priman el bienestar de sus habitantes. Los arquitectos pueden influir positivamente en el bienestar de los ocupantes incorporando elementos que ayuden a promover la felicidad y la actividad física, mientras que los arquitectos técnicos deberán vigilar que estos parámetros se trasladen a la obra y se ejecuten correctamente.
Te damos algunas claves para aportar positividad a tus proyectos y a las personas:
- Selecciona materiales con bajo nivel de compuestos orgánicos volátiles, naturales y duraderos, como la madera o el corcho, que cada vez se hacen un hueco mayor en los proyectos arquitectónicos.
- Incorpora sistemas de ventilación mecánica para mantener un aire limpio en todas las estancias. De esta manera el aire que entra viciado se convierte en limpio.
- La iluminación natural cumple un papel clave, porque impacta en la forma en la que vivimos. La luz siempre se debe tener en cuenta en el diseño porque puede afectar a nuestro estado de ánimo y ritmos circadianos. Los espacios deben tener mucha luz natural para favorecer el confort del día a día.
- El agua es otro elemento que suele integrarse en los diseños, pero que debido a su escasez es complementado con sistemas de tratamiento, de manera que ayuden a los edificios a reducir su consumo. Asimismo, incluir el agua como un elemento estético y funcional, por ejemplo, a través de fuentes, favorece el bienestar.
- Sitúa los elementos que requieran una actividad física lo más cercano posible a la entrada del edificio. De esta manera se fomenta el ejercicio y se evita utilizar el ascensor. También en el exterior del edificio, es importante disponer de espacios donde depositar las bicicletas.
- La naturaleza ayuda a sentirse mejor. Incorpora en tus proyectos cubiertas verdes, jardines verticales… para hacer que los espacios sean más agradables.
Arquitectos, arquitectos técnicos y promotores tienen herramientas para medir la salud de sus proyectos, como la certificación WELL, que permite identificar y monitorizar las características de espacios construidos o diseñados que impactan en la salud y el confort de los usuarios.
